Esta es la historia de una familia dedicada en cuerpo y alma a la prestación de Servicios fúnebres. Cuatro generaciones de hombres y mujeres que han hecho del trabajo de preparar la despedida de un ser querido, un trabajo sutil y delicado.

La historia comienza a finales del siglo XIX. Concretamente el 8 de enero de 1889, día en el que Don Francisco Albert Torres inscribió en el Registro Mercantil de la localidad la “Agencia de Pompas Fúnebres”, en la Calle de La Virgen, número 62.

A partir de ese día Don Francisco Albert Torres, junto con su esposa Doña Consuelo Redondo Esquer dedicaron su vida a esta profesión. Fue la hija del matrimonio Doña Consuelo Albert Redondo junto con su esposo Don Agustín Astruells Romero los que cogieron el testigo y trasladaron la empresa a la Calle Cullera número 46. La empresa pasó a llamarse Funeraria Agustín Astruells. Tiempo después la empresa adquirió un coche fúnebre un Seat 1500 y una furgoneta Volkswagen, dejando ya de lado el carro de mano con el que se trasladaban el arca y los enseres para el velatorio en el domicilio del finado. Y la carroza y el caballo con el que se trasladaba el finado a la iglesia y después al
cementerio.

Tiempo después halla por el 1980 fecha en la que falleció Don Agustín, la empresa pasó a manos de su hija Doña Consuelo Astruells Albert, que junto con su marido Don Florencio Martorell Llopis, trasladaron la empresa a lo que hoy se denomina Calle Jaume I, número 43. Construyeron su vivienda encima de un almacén adquirido por Don Agustín para el almacenaje de enseres.

En junio del 2001 la nueva generación al frente inauguro el Tanatorio Astruells. Fue en el año 2008 cuando la nuera de Consuelo Astruells, María Isabel Serra Martín se incorporó a la plantilla de la empresa. Unos años más tarde se incorporó su marido, hijo de Consuelo Astruells, Florencio Martorell Astruells, concretamente en el 2011.

María Isabel o Isabel como le gusta que le llamen es la que ha adquirido tanto las técnicas como el buen hacer, por parte de su suegra, Consuelo Astruells. Que a su vez lo adquirió de su madre, Consuelo Albert, que a su vez lo adquirió de la suya Consuelo Redondo.

Se podría decir que desde el siglo XIX esta familia se esfuerza por ir mejorando en la calidad del servicio que prestan a sus clientes. Hoy en pleno siglo XXI y recién inaugurado sus nuevas instalaciones. El crematorio ubicado junto a la CV-500 en dirección a la zona de playa de Sueca, siguen esforzándose por ofrecer un servicio de calidad, respetuoso en el trato y en lo económico.